El plasma se produce cuando se carga una energía eléctrica o se sobrecalienta, lo que provoca una disociación de los enlaces moleculares y la producción de un arco de plasma. El arco de plasma suministra energía a la membrana celular, provocando la sublimación. Se trata de un sólido que se convierte en gas y pasa a la fase líquida, lo que podría causar quemaduras en la piel. El arco de plasma golpea la piel y provoca una contracción inmediata del tejido y la estimulación de las células musculares, lo que desencadena la regeneración del tejido y el estiramiento de la piel.